BUENOS AIRES.- “No me importa que sea récord, estoy muerto”, se sinceró Leonardo Mayer apenas consumada la batalla más larga de su carrera y de la historia de la Davis en singles. “Ahora juega Fede (Delbonis) y hay que estar todos con él. Somos un equipo”, animó como pudo el correntino, con el poco aire que le quedaba.
Visiblemente emocionado, Mayer agradeció el aliento incesante del público, que lo impulsó a mantenerse en la pelea incluso cuando pareció que el partido se le escapaba de las manos y tirar la toalla aparecía como una opción tentadora ante la extenuación. Al mismo tiempo, le disparó a la ATP por los extensos partidos a cinco sets que motivan definiciones agotadoras. “No sé qué paso, no lo puedo explicar. Agradezco a la gente que me alentó mucho y... No puedo contar nada, jugué cuatro horas acalambrado, hago lo que puedo, es imposible esto. Estas son las cosas que te rompen, pero a veces la ATP parece que no las tiene en cuenta”, reclamó “El Yacaré”, quien terminó internado en la enfermería del estadio con suero por un cuadro de deshidratación.
“Fue una batalla, si perdía estaba bien también, puse todo para ganar porque sabía que era importante para seguir en carrera”, añadió.
Por otra parte, el correntino aseguró confiar en que Delbonis vencerá al brasileño Thomaz Bellucci en el quinto punto, que definirá quién se enfrenta a Serbia. “Creo que jugamos en equipo y somos todos importantes, acá no se salva uno solo. Espero que Delbonis logre el punto que nos falta, confío mucho en él”, concluyó Mayer luego de la ‘batalla’ que libró en Tecnópolis. (Télam-Especial)